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El canto de los efímeros, libro de poemas de Enrique Gastelum, enaltece la lucha de los seres humanos que viven lo cotidiano, como una escalera que los lleva a buscar algún brillo de la eternidad.
Los efímeros se saben derrotados por la inmensidad, el tiempo y el azar, pero no han perdido sus ideales. A pesar de la indiferencia y los golpes del mundo, siguen teniendo esa pasión por lo humano, que los lleva hacia la belleza en los lugares más inesperados.
Los moradores de este mundo que propone el poeta, son seres comunes como una enfermera, una camarera, un mirador de estrellas, un paciente que vive en un hospital psiquiátrico, un lector de poesía dos danzantes aéreos y algunos otros más, que han sabido llegar a esos instantes de luminosidad, por los que vale la pena la existencia.
Los efímeros saben que la poesía se encuentra en los sucesos más simples de la vida.
