El ensayo, el diario, la crónica y la ficción se dan cita en esta obra que explora con originalidad aspectos excéntricos de la literatura argentina, desentraña la ciudad de Buenos Aires como texto y escenario y hace del viaje permanente un hallazo metafísico. El jurado, integrado por los escritores Mauricio Montiel Figueiras, Ana María Gomis y Jezreel Salzar, consideró La ciudad alucinada como un "libro arriesgado en términos formales y propositivo en relación con el género ensayístico y la construcción de una voz propia.