El aumento progresivo de la duración de la vida está entre los fenómenos más importantes de nuestra época. La expectativa de vida comenzó a crecer en el transcurso de los últimos ciento cincuenta años. Vacunas, antibióticos, mejores condiciones higiénicas y sanitarias, redes de agua potable, tratamientos médicos más eficaces y una mejora en la calidad de la alimentación, han sido decisivos para lograrlo.